Las identidades digitales transforman el día a día de los ciudadanos en todo el mundo, con estrategias que tienen en común su afán por construir una sociedad más segura e inclusiva.
Identidad digital en el Reino Unido: nuevo marco legal para una estrategia más eficaz
Un paquete de políticas, un nuevo proyecto de Single Sign-On (SSO) y un pequeño nuevo «ministerio». Estas son algunas de las medidas que está desarrollando el Gobierno británico para relanzar el uso y la seguridad de la identidad digital en los servicios públicos
El Reino Unido ha anunciado recientemente que comenzará a implantar una nueva legislación que hará de la identidad digital un sistema tan seguro y digno de confianza como los tradicionales pasaportes o carnés de conducir. Esta decisión viene avalada por una consulta pública, que concluyó el 13 de septiembre de 2021, llevada a cabo para testar la permeabilidad y aprobación de la ciudadanía a este respecto. La iniciativa se enmarca dentro de la Estrategia Nacional de Datos (National Data Strategy, NDS por sus siglas en inglés) y es un nuevo intento del gobierno británico de legislar este campo tras el fracaso del proyecto Verify, que comenzó a desarrollarse en 2011.
Verify se lanzó como plataforma universal de identificación electrónica previa al acceso de cualquier servicio público. En sus primeros nueve años de funcionamiento, el sistema no consiguió llegar a un número consistente de usuarios debido a las dificultades que estos encontraban al registrarse. A principios de 2020, con un cuarto de los registros que se esperaban, el proyecto se dio por desahuciado, aunque su actividad se dilató debido al paréntesis de la pandemia.
Para apoyar este nuevo esfuerzo, el gobierno ha publicado, en paralelo a sus conclusiones sobre la consulta, una estimación del gasto que supondría para las empresas la adopción del esquema de un nuevo sistema de eID, así como el beneficio neto a corto, medio y largo plazo. Los proyectos relacionados con esta estrategia ayudarían previsiblemente a amplificar el poder innovador de la nación, atraer inversores y, en definitiva, explotar el poder de la gestión de datos para mejorar la vida de la gente. El gobierno británico se ha comprometido con representantes de las distintas industrias y de la sociedad civil para garantizar que cada paso dado se base en los principios de identidad digital: privacidad, transparencia, inclusión, interoperabilidad, proporcionalidad y buen gobierno. Por ese motivo, dentro del Ministerio de Cultura, Medios de Comunicación y Deportes han creado un departamento específico para ocuparse de este proyecto mientras se ultima toda la estructura legal: la Oficina de Identidades y Atributos Digitales (Office for Digital Identitites and Attibutes, ODIA en sus siglas en inglés). Este nuevo organismo tendrá carácter interino, como especificó en audiencia pública la ministra Julia López, y permitirá trabajar en un conjunto de leyes digitales que se lanzarán cuando “los tiempos parlamentarios lo permitan”.
Una identidad digital oficial única, soberana y de ámbito nacional
En este sentido, son muchas las iniciativas políticas interrelacionadas que Reino Unido está lanzando. Entre ellas, la conocida como One Login for Government, de la que sí se conocen plazos más precisos. El programa dará la posibilidad de crear una cuenta única para que el ciudadano pueda acceder a múltiples servicios del gobierno. Sustituirá de facto cerca de 190 maneras diferentes de acceder a estos servicios. En abril de 2022 estará disponible para empleadores y arrendadores, que podrán realizar una verificación de identidad remota para certificar la elegibilidad de un individuo de cara a un contrato de alquiler o de trabajo.
Las nuevas formas virtuales de identificación reducirán el tiempo, el esfuerzo y el gasto que conlleva la gestión de compras o trámites a través de los documentos de identidad físicos, lo que exige desplazamientos y citas previas. Muchas veces el ciudadano se encuentra con que tiene que utilizar una mezcla de documentación online y offline, emitida por autoridades públicas o privadas, en el momento en el que desea certificar su identidad. Por si fuera poco, tiene que repetir los mismos procesos en cada nueva transacción. El viaje hacia sistemas digitales pretende simplificar todo esto. Conviene puntualizar que cuando hablamos de identidad digital no solo nos referimos a “nombre y apellido”, sino a diversos aspectos de nuestra vida como las actividades online o el historial médico; aspectos que se convierten en datos personales de valor en los entornos virtuales.
Las distintas soluciones de identidad digital, que van más allá de simplemente “digitalizar” un documento, multiplicarían exponencialmente las posibilidades del usuario para proteger su privacidad. Por ejemplo, revelarían solo los datos estrictamente necesarios de un cliente a la hora de adquirir un bien con limitaciones por edad, al contrario que presentando un carné de identidad o un pasaporte, donde figura nuestra dirección o lugar de nacimiento. Son soluciones dinámicas, con opciones que el dueño puede permitir o revocar, acceso por distintas vías (aplicaciones, páginas web, etc.), online o en persona. Corresponde a cada compañía escoger qué tecnología funciona mejor para ellas a la hora de crear y comprobar su identidad digital.
Las organizaciones adheridas a la ODIA disfrutarán de un sello de confianza certificado. Este sello garantizará que son capaces de proveer los mejores servicios de identidad digital y que conocen los estándares de calidad necesarios para manejar los datos de la gente respetando su seguridad y privacidad.
Entre los intereses del gobierno en implantar la nueva legislación está dotar a las organizaciones de confianza del poder necesario para verificar una identidad a través de información en poder de instituciones públicas. También confirmar la validez legal de las diferentes formas de identificación digital, al mismo nivel que los sistemas físicos tradicionales. La identidad digital reduce drásticamente la cantidad de datos personales compartidos online, lo que supone una herramienta de gran valor en la lucha contra el fraude, pues obstaculiza la obtención y el uso pernicioso de datos y, por consiguiente, de identidades robadas.
En este punto es necesario precisar que, tal como declaró la ministra Julia López, las identidades digitales no son obligatorias, conservando la ciudadanía el derecho a seguir utilizando sus documentos en papel. De hecho, fueron muchos los recelos mostrados por los participantes de la consulta, con gran cantidad de opiniones directamente en contra de los preceptos de la identidad digital. Es tarea de las autoridades, por tanto, ganarse el respeto y la confianza de los potenciales usuarios. Las nuevas normas, al fin y al cabo, tienen por objetivo mejorar la vida de las personas, haciendo sus operaciones diarias más seguras y fáciles gracias a la «nube», pero siempre respetando su libertad individual.
Un ecosistema de identidad digital fuerte, apoyado en una sólida legislación, preparará al Reino Unido para el avance de su economía digital y abrirá la puerta a nuevas oportunidades de desarrollo económico.
FUENTES
1. El Reino Unido anuncia los primeros pasos para las identidades digitales nacionales (artículo en inglés). Emma Woollacott | Forbes. 14/03/2022
2. El Reino Unido crea la Oficina de Identidades y Atributos Digitales, nueva legislación y marca de confianza (artículo en inglés). Frank Hersey | Biometric Update. 11/03/2022
3. Página web de orientación de GOV.UK Verify (artículo en inglés). Última actualización: 25/06/2021
4. Resultado de la consulta del gobierno del Reino Unido sobre la identidad digital y los atributos (artículo en inglés). Última actualización: 10/03/2022
5. Copia de la evaluación de minimis de los gastos y beneficios a corto, medio y largo plazo para las empresas al adoptar el nuevo modelo de identificación (en inglés). Department for Digital, Culture, Media & Sport | UK GOV. 15/09/2021
6. One Login for Government: actualización de diciembre de 2021 (artículo en inglés). Natalie Jones | GOV.UK. 01/12/2021