El coreógrafo TrustCloud asegura transacciones digitales eficientes y coordinadas en un entorno descentralizado.
Coreógrafo vs Orquestador: ¿Cuál es la mejor estrategia para las transacciones digitales de su empresa?
El Coreógrafo TrustCloud se basa en un modo de entender la tecnología que personaliza al máximo los recursos para adaptarlos a las necesidades de las empresas, siempre con el objetivo de construir estrategias que la acerquen al día a día de la gente.
L
a coreografía, aplicada a las transacciones digitales (video identificación, pagos, firma electrónica, etc.) utiliza los últimos avances para distribuir y coordinar todos los elementos que influyen en un flujo de trabajo en un entorno flexible y muy seguro.
El éxito de planteamientos como el del Coreógrafo Trustcloud no se entiende sino dentro de la evolución de los requerimientos de empresas y marcas y de las exigencias de los usuarios en el mundo digital. Fruto de esta evolución nació la arquitectura de microservicios, que se ha impuesto como el método más adecuado para cubrir todas las necesidades. Contacte con nuestros especialistas y descubra cómo nuestro Coreógrafo le puede ayudar a optimizar los recursos de su empresa.
Afrontando la gestión y la coordinación de los microservicios
La transición de las estructuras tecnológicas monolíticas hacia la arquitectura de microservicios implicaba definir bien las demandas técnicas y organizativas.
La tecnología monolítica es un enfoque de diseño de software muy común durante las primeras etapas de la informática, cuando los sistemas eran más simples y las aplicaciones no requerían la misma complejidad que vemos en la actualidad.
Los monolitos están diseñados como una única unidad de código. En esta visión, todas las funcionalidades de la aplicación, desde la interfaz de usuario hasta la lógica de negocio y la gestión de datos, están integradas en un solo conjunto. Todas las partes de la aplicación están interconectadas y dependen unas de otras. Los recursos comparten el mismo espacio de memoria. Si se requiere una actualización o modificación en una parte del sistema, puede afectar a otras áreas de la aplicación. La escalabilidad y la flexibilidad del sistema podrían resentirse, ya que todo está fuertemente acoplado.
Aunque los monolitos son más simples de poner en marcha en las primeras etapas del desarrollo, pueden volverse más difíciles de mantener cuando la aplicación crece y evoluciona.
A medida que los sistemas informáticos se volvieron más complejos y exigentes en términos de mantenimiento o actualización, se comenzó a explorar enfoques alternativos.
Los microservicios introdujeron una forma más modular y distribuida de diseñar aplicaciones. Esta elección no solo implicaba una transformación en la infraestructura, sino también en la manera en que los equipos de desarrollo concebían, desplegaban y mantenían los sistemas.
En una arquitectura de microservicios, la idea central es descomponer una aplicación en servicios pequeños e independientes que se encarguen de funciones específicas. Cada uno de estos microservicios opera de forma autónoma (tanto en el desarrollo, el despliegue y el escalado) y se comunica con otros a través de interfaces definidas, como APIs. Esto permite la escalabilidad y la flexibilidad.
Sin embargo, puede haber componentes centralizados en el sistema. Por ejemplo, en orquestación de servicios, donde un encargado (el orquestador) gestiona la interacción y coordinación entre los diferentes microservicios.
En este contexto existe un planteamiento que va más allá de la orquestación y que explota las opciones que proporciona la descentralización: la coreografía.
Coreografía vs Orquestación
Exploremos más a fondo qué significan estos dos modos de gestión.
- Coreógrafo
En un sistema coreografiado, cada componente es autónomo y toma decisiones basadas en su estado y en los eventos que recibe de otros componentes o que recoge de un lugar predeterminado. Los diferentes elementos colaboran y se comunican entre sí para alcanzar objetivos comunes, pero mantienen su independencia, lo que significa que no necesitan esperar respuestas para continuar trabajando. Esto se conoce como comunicación asíncrona. La función del coreógrafo no es, por así decirlo, «dirigir» o «controlar» cada movimiento, sino coordinar la interacción y el flujo de información entre diferentes componentes o servicios.
TrustCloud se ha convertido en el primer coreógrafo de transacciones digitales del mundo, diseñando para cada cliente una estructura personalizada, flexible y blindada en la que la privacidad y el cumplimiento normativo global están en el centro. Solicite aquí información sobre las posibilidades del Coreógrafo TrustCloud para diseñar la mejor estrategia de transacciones digitales.
Además, al facilitar la interoperabilidad entre diferentes servicios y plataformas, se elimina la dependencia del proveedor, fenómeno conocido como Vendor Lock-in. La capacidad del coreógrafo para combinar y gestionar servicios, según las necesidades únicas de cada transacción, significa que una organización es libre de elegir las mejores opciones para cada tarea específica, independientemente de la fuente. Esta libertad mejora la competitividad, fomenta la innovación al permitir a las empresas adoptar tecnologías emergentes de cualquier origen sin realizar cambios importantes y, por supuesto, repercute en un ahorro de costes.
Consideremos un proceso de firma de contrato. Cuando un cliente solicita un contrato, el servicio de entrada recibe la petición y procede con la generación del documento. Al mismo tiempo, el servicio de firma electrónica es notificado y espera a que el contrato esté listo. Una vez generado, este servicio pasa el contrato al de firma electrónica. Este último valida y firma el contrato, y luego lo envía al cliente a través del servicio de envío de documentación. En este escenario, cada servicio se comunica directamente con los demás, tomando decisiones autónomas basadas en eventos específicos. No hay un componente central que dirija el flujo del proceso.
El coreógrafo permitiría combinar varios proveedores de firma electrónica, o añadir un proveedor en cualquier parte del proceso, o cambiar de uno a otro muy ágilmente.
- Orquestador
La función del Orquestador es coordinar el despliegue, la ejecución y la interacción de los diferentes servicios o componentes de un sistema tecnológico. Esto a menudo implica la gestión de la escalabilidad, la administración de recursos y la coordinación de la secuencia de tareas.
A diferencia del Coreógrafo, un Orquestador centraliza la coordinación y el control de los servicios. Es responsable de asegurarse de que los servicios se ejecuten de manera eficiente y con el rendimiento esperado.
En la orquestación, se repite un patrón de envío y recepción de eventos. Este patrón implica que cuando un microservicio emite un evento o completa una tarea, lo notifica al orquestador. El orquestador, a su vez, procesa esta información y decide qué microservicio debe ser activado a continuación en base a la lógica de negocio predefinida.
Tomando como base el ejemplo anterior, veamos cómo sería el procedimiento partiendo de la orquestación. Cuando un cliente solicita un contrato, el orquestador toma el control y coordina las acciones de los diferentes servicios. El servicio de solicitud de contrato recibe la petición y notifica al orquestador, que luego se dirige al servicio de generación de contrato para crear el documento. Una vez generado, el orquestador recibe la información y da paso a la siguiente acción, indica al servicio de firma electrónica que proceda con la validación y firma del contrato. Finalmente, el orquestador indica al servicio de envío de documentación que entregue el contrato firmado al cliente.
Con este planteamiento, el orquestador asegura que cada servicio se ejecute en el orden adecuado y que la información fluya de manera eficiente.
En muchos casos, una combinación de Coreógrafo y Orquestador puede ser óptima. En un enfoque híbrido, se puede aprovechar, por ejemplo, la flexibilidad de la coreografía para la lógica de negocio y la coordinación centralizada del orquestador para la gestión operativa y de recursos.
Coreógrafo TrustCloud: resiliencia y seguridad
El Coreógrafo TrustCloud se aprovecha de la autonomía de los componentes para no comprometer toda la estructura en caso de un fallo o evento adverso. La coreografía es un ejemplo de resiliencia al más alto nivel. Permite aislar el impacto a ese componente en particular, en lugar de afectar a todo el sistema. Los otros componentes pueden seguir operando de manera normal y mitigar el daño.
Permite poner en marcha medidas de seguridad específicas en cada servicio como, por ejemplo, autenticación, autorización y cifrado, gestionados de manera independiente.
Las compañías pueden adaptarse muy rápidamente a las necesidades del negocio (añadiendo servicios o nuevas funciones a un servicio existente) sin interrumpir el conjunto.
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