El KYC para las instituciones financieras trasciende la mera recopilación de datos al abarcar la comprensión completa del perfil financiero y las actividades de los clientes.
AML o Anti-Money Laundering: la lucha contra blanqueo de capitales y el fraude
Los procesos AML (del inglés Anti-Money Laundering, Anti-Blanqueo de Capitales) son medidas diseñadas para prevenir y detectar actividades ilegales relacionadas con el lavado de dinero y la financiación del terrorismo.
L
os procedimientos AML deben cimentarse sobre las bases del más estricto cumplimiento normativo y tener en cuenta multitud de aspectos. Estas estrategias deben actualizarse en paralelo a la proliferación de mafias y nuevos métodos de blanqueo, especialmente en el entorno digital.
El diseño de estas estrategias, fundamentales en el sector bancario y fintech, debe contar con:
- Protocolos Conozca a Su Cliente (KYC, Know Your Customer): Las instituciones financieras deben recopilar información detallada sobre sus clientes para verificar su identidad. Esto incluye datos personales, historial crediticio y el propósito de la relación comercial.
- Monitoreo: Empresas, bancos y fintechs deben monitorear las transacciones de los clientes de manera continuas para detectar patrones inusuales o actividades que no concuerden con el perfil del cliente.
- Reporte: Si se identifica alguna actividad sospechosa, las instituciones financieras están obligadas a informar a las autoridades pertinentes. Los informes suelen ser presentados a unidades de inteligencia especialmente dedicadas a la lucha contra el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo.
- Evaluación de riesgos: Las evaluaciones de riesgos servirán para asignar puntuaciones y el nivel de elegibilidad del cliente para un determinado producto o servicio. Los clientes de alto riesgo suelen recibir un escrutinio adicional.
- Formación: El personal de las empresas debe recibir capacitación para reconocer actividades sospechosas. La concienciación sobre AML se promueve para mantener a todos los empleados alerta y evitar brechas de seguridad.
- Políticas: Todos los procedimientos deben ser actualizados regularmente para abordar los cambios en las leyes y normativas.
- Cooperación internacional: Debido a la naturaleza global del lavado de dinero, la cooperación entre instituciones financieras y autoridades de diferentes países es esencial.
- Sanciones y compliance: Las instituciones financieras deben someterse a auditorías regulares para garantizar el cumplimiento y establecer sanciones cuando corresponda.
- Herramientas: El uso de tecnologías como la inteligencia artificial y el análisis de datos ayuda a automatizar el monitoreo y la identificación de patrones sospechosos.
Estos procesos y medidas buscan prevenir que las empresas y entidades financieras sean utilizadas como medio para el lavado de dinero y la financiación del terrorismo, y contribuyen a la seguridad y estabilidad del sistema.
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AML en el contexto de las transacciones digitales
Con la proliferación de procesos en remoto, los procesos AML han ganado relevancia. La tecnología debe trabajar para integrarse con fluidez en cada necesidad sin causar una excesiva fricción en las transacciones, tanto entre empresas y usuarios como de empresa a empresa. Las razones principales son:
- Mayor volumen de transacciones: En entornos digitales, se realizan grandes cantidades de transacciones en tiempo real. Esto aumenta la complejidad de monitorización y detección de actividades sospechosas sin el apoyo de herramientas tecnológicas.
- Automatización: Es crucial contar con sistemas automatizados y muy rápidos para analizar grandes cantidades de datos en tiempo real, identificando patrones y mejorando los sistemas progresivamente.
- Criptomonedas: El crecimiento de los mercados de criptoactivos ha introducido nuevos desafíos en la detección de actividades ilícitas. Las transacciones digitales descentralizadas y anónimas basadas en la descentralización requieren tecnologías específicas de apoyo.
- Globalización: La ruptura de las fronteras a nivel global exigen de marcos normativos completos y exigentes, y de empresas y proveedores muy comprometidos con ellos.
- Adaptación a nuevas amenazas: La inteligencia artificial o el aprendizaje automático han de servir para detectar las cada vez más sofisticadas técnicas de los ciberdelincuentes.
- Facilitar la identificación y verificación digital: La identificación y verificación de clientes que se realiza digitalmente mediante la implementación de tecnologías biométricas, verificación de documentos en línea y otras herramientas digitales, facilitan el proceso KYC y colocan el AML en una posición protagonista.
Los procesos AML en entornos digitales son esenciales para abordar los desafíos únicos asociados con las transacciones en línea: la velocidad de las operaciones, la necesidad de adaptarse a las cambiantes tácticas de los delincuentes financieros o el cumplimiento regulatorio. Utilizar tecnologías avanzadas es fundamental para garantizar su eficacia.
La estrecha relación entre Anti-Money Laundering y Know Your Customer
El KYC y el AML están estrechamente vinculados y suelen implementarse de manera conjunta en el sector financiero y otros entornos que requieren una gestión rigurosa de la identidad y la prevención de actividades ilícitas. En el contexto de estas dos prácticas el KYC se define como un conjunto de procesos y procedimientos implementados por instituciones financieras y otras organizaciones que necesitan verificar y autenticar la identidad de sus clientes. Su objetivo principal es recopilar información precisa y completa para comprender mejor a los clientes, evaluar riesgos y asegurar la legitimidad de las transacciones financieras. Los elementos típicos del KYC incluyen la verificación de documentos de identidad, información de contacto, historial bancario, nóminas, así como el propósito para establecer la relación o el negocio.
La relación entre el KYC y el AML es sinérgica: el KYC sienta las bases para el AML, estableciendo la identidad de los clientes y garantizando un seguimiento efectivo de sus transacciones. La información recopilada durante el proceso KYC se utiliza para evaluar el riesgo asociado con cada cliente, especialmente aquellos considerados de alto riesgo que pueden estar sujetos a un escrutinio más detenido durante el monitoreo AML. La detección de transacciones sospechosas y la presentación de informes obligatorios de actividades ilícitas son componentes integrales del AML, basándose en la información recopilada durante el KYC.
El Know Your Customer es esencial para la estrategia anti-blanqueo, proporcionando la base para la identificación, autenticación y evaluación de clientes. El AML amplía su alcance para abordar la prevención y detección de actividades ilegales, como el terrorismo. Ambos trabajan juntos para mantener la integridad y seguridad en operaciones financieras y empresariales.
En el caso de TrustCloud, todas sus soluciones están diseñadas para cumplir con las regulaciones de AML en todo el mundo, incluyendo los requisitos de normativas como eIDAS. Este compromiso implica no solo adaptar procesos comerciales a las normativas específicas de cada sector, sino también optimizar y digitalizar de manera integral todas las soluciones. Esto contribuye a la reducción de costos sin comprometer la seguridad y asegurando una actualización constante.
Know Your Business y diligencia debida: prácticas que juegan a favor de la lucha contra el blanqueo de dinero
KYB (Know Your Business) se refiere al proceso de recopilar y verificar la información sobre una empresa o entidad comercial, de manera similar a cómo el KYC se aplica a los individuos. Es una parte integral de los esfuerzos para prevenir el lavado de dinero, la financiación del terrorismo y otras actividades ilícitas en el ámbito empresarial. El objetivo es entender la naturaleza de la empresa, su estructura legal, sus propietarios, sus operaciones comerciales y cualquier otro aspecto relevante.
Una buena estrategia KYB busca mitigar los riesgos asociados con la identificación digital y trata de garantizar que las empresas con las que se hace negocio sean legítimas y no estén involucradas en actividades ilegales.
Por su parte, la diligencia debida es un proceso de investigación y evaluación que una persona o entidad realiza antes de entrar en una relación comercial o al realizar transacciones financieras significativas. Este proceso implica revisar información y documentación relevante para comprender los riesgos asociados. Su propósito es reducir la exposición a riesgos legales. Puede incluir aspectos financieros, operativos y de cumplimiento.
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